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Desde 2008 abrimos anualmente un blog para ofrecerles mis artículos que aparecen en los medios de comunicación. Pueden abrir los otros blogs para leer artículos escritos en esos años. Son trabajos de aproximadamente 850 palabras cada uno.

La mayoría de los artículos que aparecen en los blogs se refieren a la coyuntura panameña. Sin embargo, se colocan en el contexto de lo que está ocurriendo a escala global y regional. Muchos artículos se refieren también a los problemas internacionales, tanto los relacionados con la crisis del capitalismo global como los ajustes geopolíticos que se experimentan en América latina.

jueves, 24 de abril de 2014

Jované plantea mejor educación y más empleo

Apenas quedan 10 días para las elecciones a la Presidencia de la República y a otros cargos de elección popular en Panamá. La presencia de la candidatura independiente de Juan Jované le permitió al pueblo tener información sobre los problemas más importantes del país. Jované rompió los moldes tradicionales de los viejos partidos que suelen decir mentiras y medias verdades.
Sobre la mesa puso problemas como la corrupción que corroe al gobierno y al sector privado. Corrupción responsable de la desigualdad y de la pobreza. La desigualdad crea las condiciones insalubres y el sistema educativo quebrado de nuestras ciudades y campos.
La corrupción y la desigualdad es la que entrega nuestras comunidades al crimen organizado con sus tentáculos que penetran todos los rincones del aparato de seguridad nacional. Jované cubrió todo el territorio del país llevando su mensaje sencillo pero directo. “Les están diciendo mentiras”, repetía sin descanso. No les van a resolver los problemas. Al contrario, la situación se va a poner peor.
“La canasta básica” que incluye los alimentos indispensables y otros bienes de primera necesidad seguirá aumentando y los malos políticos tradicionales no tienen plan alguno para enfrentar el reto. Unos dicen irresponsablemente que repartirán dinero, otros que construirán mercados en cada esquina con alimentos baratos y terceros prometen que traerán toda la comida del exterior.
Sólo Jované presentó un plan de desarrollo nacional. Propuso revisar el Tratado de Libre Comercio con EEUU que en pocos años ha arruinado el sector agropecuario. A pesar de que Jované y el candidato del FAD, Genaro López, plantearon la necesidad de integrar el Canal de Panamá a un plan de desarrollo nacional, los partidos tradicionales ignoraron la propuesta.
Según los políticos que se apoderaron de la República, después de la invasión militar norteamericana en 1989, el Canal de Panamá le pertenece a una pequeña elite que está enriqueciéndose con los negocios que genera la posición geográfica del país. En los debates presidenciales fueron excluidas todas las referencias al Canal de Panamá. El hecho que las obras de la ampliación del Canal de Panamá fueron secuestradas por unas empresas europeas, y rescatadas sólo a un costo que puede superar los miles de millones de dólares, no merecieron ser debatidas.
Jované propuso un cambio radical de las políticas públicas para asegurar un crecimiento con desarrollo y riqueza para todos los panameños. Crecimiento y desarrollo implican educación y empleos productivos para la juventud. El pueblo panameño intuye que si gana un candidato de los partidos tradicionales la rapiña continuará. Ya hay planes para nuevas líneas de Metro, de carreteras costeras, de ciudades gubernamentales y cuanto mega-proyecto se pueda inventar para apropiarse de las riquezas que genera el Canal de Panamá.
El presidente Martinelli gastó en mega-proyectos (sin incluir la ampliación del Canal) más de 20 mil millones de dólares. Todos los proyectos son cuestionables en cuanto a su contribución a la productividad del país y a la generación de nuevas riquezas. La deuda se disparó de 10 mil millones a 18 mil millones de dólares en un quinquenio. Al disminuir la tasa de crecimiento de la economía (PIB) en los próximos años el fisco panameño no podrá pagar los intereses. Los acreedores le caerán al Fisco y a cada panameño para que paguen. Las megas-obras de Martinelli se convertirán en la soga en que se colgará nuestra economía y el bienestar de los panameños.
Tan absorbidos por el oro que entra por las viejas esclusas del Canal, los candidatos de los partidos tradicionales se olvidaron de presentar sus propuestas para impulsar nuestra identidad nacional. No hubo mención de nuestra cultura y la necesidad de consolidar nuestros valores. Jované propuso derogar la ley anti-nacional que elimina de las escuelas del país la historia de luchas del pueblo panameño por su soberanía. Los partidos tradicionales insistieron en la defensa de lo anti-panameño, había que olvidar el pasado y bajar las tensiones existentes. No entienden – nunca han entendido – que sólo atizan las contradicciones históricas que aflorarán más temprano que tarde.
En esta segunda década del siglo XXI se están fraguando grandes cambios políticos en Panamá. No serán los viejos partidos cansados que asumirán la vanguardia. Será una combinación de fuerzas sociales – entre ellas las nuevas organizaciones que hoy se agitan en el proceso electoral – que asumirán el liderazgo. Un voto para Jované abrirá esas compuertas para un mejor futuro.
24 de abril de 2014.

jueves, 17 de abril de 2014

Los escenarios post electorales


Si José Domingo Arias es elegido Presidente de la Republica el 4 de mayo hay un conjunto de escenarios posibles. Todos tienen tres factores comunes: Se continuará con una política económica que empobrece a la población panameña. La militarización extranjera continuará su ritmo. La embajada de EEUU seguirá dirigiendo la política exterior del país.
Si Arias gana, podría aparecer un primer escenario: El país se enfrentaría, casi de inmediato, a una pugna interna entre el presidente saliente Martinelli y el nuevo mandatario. La pugna generará una situación de ingobernabilidad que duraría todo el período. Otro escenario es que Martinelli logre reemplazar a Arias con la vice-presidente (la señora de Martinelli) mediante un acuerdo con otras fuerzas políticas. Por último, Arias podría ganarle la mano a Martinelli utilizando los recursos de la Presidencia y el apoyo de la embajada de EEUU.
¿Qué pasaría si gana un candidato de la oposición de los partidos tradicionales? Ambos han dicho durante la campaña que seguirían con la misma política económica que está destruyendo el tejido del país. La militarización continuará su ritmo. El PRD y el Partido Panameñista (1989-2009) firmaron los primeros acuerdos militares post-invasión con Washington e impulsaron la construcción de 15 bases militares por parte de EEUU. No hay razón para pensar que cambiaría el papel de la embajada de EEUU en la definición de la política exterior del país.
El actual presidente Martinelli impugnaría el triunfo electoral de la oposición. Pediría un recuento, acusaría a los magistrados, a los partidos políticos y a los grupos cívicos de una conspiración para montar el fraude. Buscaría apoyo en Washington, del lobby israelí-conservador en la capital norteamericana, así como de los grupos de extrema derecha que rodean a algunos gobernantes de la región latinoamericana. Es muy probable que la embajada de EEUU le recordaría a Martinelli que ellos no tienen amigos, sólo intereses. Un pronunciamiento de este tipo neutralizaría cualquier maniobra por parte de los magistrados de la Corte Suprema.
Ante una posibilidad lejana de que triunfe el FAD, partido organizado por los obreros y otros sectores progresistas de Panamá o la candidatura independiente y de izquierda de Juan Jované, es probable que todos los partidos tradicionales se unirían para buscar la manera de bloquear el ascenso de un gobierno de este tipo. El FAD o Jované probablemente plantearían una reforma económica profunda. Acabarían con las políticas del ‘goteo’ de los ideólogos neoliberales y ejecutarían de una vez políticas de empleo productivo con los enormes excedentes que arroja la operación del Canal de Panamá. Pondrían fin a la militarización extranjera del país. Al mismo tiempo, recuperarían la política exterior secuestrada hace 25 años por la embajada de EEUU.
En cinco años la política económica basada en un plan de desarrollo nacional duplicaría la riqueza convirtiendo a Panamá en el país más prospero de la región. Se dispararían los indicadores de consumo y la tasa de ganancia capitalista superaría la de los últimos diez años.
Un gobierno de este tipo sería atacado como lo fue la Unidad Popular en Chile en la década de 1970, el FMLN en Nicaragua y Venezuela a partir de 1998 hasta el presente. ¿Porqué? La respuesta es sencilla. Los especuladores perderían los “sobre costos” que suman miles de millones de dólares, se gobernaría con transparencia, se eliminarían las subvenciones multi-millonarios para los importadores, banqueros, promotores inmobiliarios y especuladores.
No se pondrían las tropas de choque del SENAFRONT al servicio de los especuladores nacionales y extranjeros que construyen con subvenciones estatales hidroeléctricas en las comarcas de los pueblos indígenas. No se movilizarían soldados del SENAN para atacar a las comunidades del golfo de Panamá cuyas islas (Pedro González es un ejemplo) se han convertido en negocios turísticos ilegales de familias rentistas que no se cansan de robarle tierras a los campesinos panameños.
Arias o cualquiera de los candidatos de la oposición de los partidos tradicionales pueden ganar en 2014. Pero el FAD y Jované están sentando las bases de lo que será una lucha que se definirá más temprano que tarde. El país tiene que encontrar otro camino que le permita a todos los panameños ser ciudadanos responsables y productivos. Las riquezas del país se están despilfarrando, creando fortunas sobre la base de la especulación y, al mismo tiempo, lanzando a la calle familias trabajadoras tanto en las ciudades como en el campo.
10 de abril de 2014.

jueves, 10 de abril de 2014

Las verdades del profesor Jované

En cuestión de minutos, la tele-audiencia que seguía el debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, que se realizó esta semana en la Cámara de Comercio de Panamá, se percató que había un aire fresco renovado que circulaba en el ambiente. Después de meses de campaña política y faltando sólo 25 días para las elecciones, el candidato independiente Juan Jované estableció un estilo nuevo de hacer política en el país: Decir la verdad.
Cada intervención de Jované era una ‘cátedra’ de la verdad. No utilizó los viejos esquemas que plantea que un político tiene que desarrollar un discurso lleno de medias verdades y mentiras. Gracias al estilo del profesor universitario, la gran audiencia en cadena nacional pudo escuchar la verdad sobre la situación de Panamá.
Jované aseguró que el primer día de su gobierno enviaría a la Procuraduría todos los casos de corrupción – incluyendo a los Presidentes de la República - para que le apliquen todo el peso de la justicia a los criminales disfrazados de funcionarios.
Las verdades de Jované impactaron a los televidentes y dejaron a los candidatos en la tarima sin palabras. Jované se convirtió literalmente en profesor de los otros candidatos dictando clases, pasando examen y calificando las respuestas. Al final de cada intervención, los tres candidatos de los partidos tradicionales sólo lograban decir que “estaban de acuerdo con lo dicho por el ‘profesor’ Jované”. Al final del debate, el dirigente obrero y candidato del Frente Amplio por la Democracia (FAD), Genaro López, le pidió a Jované que no lo confundiera con los aspirantes de los partidos tradicionales.
Jované dejó claro que ninguno de los pretendientes tradicionales a la Presidencia conocía los resortes que determinan los precios de la canasta básica. Desde la década de 1990 se engaña a la familia panameña con discursos ajenos a la realidad. José Domingo Arias aseguró que compraría en el ‘exterior’ (mercado de EEUU) toda la comida que necesita el país. Juan C. Varela aseguró que congelaría 16 productos de la canasta básica. Juan C. Navarro prometió 250 ‘mercados municipales’ en todo el país. Jované les dijo a los tres que no engañaran más al pueblo panameño. Que dijeran la verdad: Hay que poner fin a la especulación rampante y el Tratado nefasto de ‘comercio libre’ con EEUU que beneficia a unos pocos especuladores corruptos. El Tratado y la especulación triplican los precios de los alimentos y otros productos básicos. Los candidatos tradiciones sólo alcanzaron a responder ‘si profesor’.
Arias le pregunto al ‘profesor’ que opinaba sobre su idea en torno a las cooperativas. Con mucho cuidado Jované le respondió la pregunta aclarándole al candidato gubernamental lo que era una cooperativa y que el país necesitaba, en cambio, una política integral en el sector agropecuario. Los pequeños y medianos empresarios del campo necesitan políticas que los conviertan en productores competitivos. En la actualidad, han sido arruinados por los oligopolios norteamericanos que son 14 veces más productivos.
Enseguida Jované le preguntó qué opinaba sobre la eliminación, por parte del actual gobierno, de la cátedra ‘Relaciones entre Panamá y EEUU’ de las escuelas del país. Arias no respondió a la pregunta y se desvió tratando de explicar porqué Panamá debía ser amigo de EEUU. Jované aprovechó para recordarle a todos los televidentes la importancia para el país que todos tengamos valores y principios arraigados en nuestra nacionalidad. Durante el siglo XX varias generaciones de jóvenes lucharon por nuestra soberanía y, pagando un precio de muchos mártires y derramamiento de sangre, lograron que EEUU desocupara la antigua Zona del Canal, evacuaran sus bases militares y entregaran el Canal de Panamá al gobierno panameño. Hay que enseñarle a las nuevas generaciones nuestra historia que nos hace orgullosos de ser panameños. Arias respondió ‘estamos de acuerdo profesor’.
La Cámara de Comercio se vistió de gala como nunca antes en su historia. Sus paredes retumbaban todas las verdades que quieren escuchar los panameños. La verdad también fue directamente a centenares de miles de hogares en todo el país. El profesor Juan Jované, líder del MIREN y candidato independiente a la Presidencia de la República, le dijo muchas verdades al país y a los políticos tradicionales. Imbuido en la extraordinaria cátedra que dictó en el debate se le olvidó pedirles a los televidentes que votaran en la casilla 9 (chocolate) el 4 de mayo.
10 de abril de 2014.


jueves, 3 de abril de 2014

El golpe de Estado antes de las elecciones

El grupo ‘Panamá Avanza’ presentó ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) una demanda de inconstitucionalidad del artículo del Código Electoral que blinda a los magistrados del Tribunal Electoral. En la actualidad, la Procuraduría General de la Nación ha presentado nueve solicitudes al Tribunal Electoral para que le levante la inmunidad al magistrado Erasmo Pinilla. El Tribunal Electoral mantiene las demandas de la Procuraduría en suspenso.
El artículo del Código Electoral mencionado por ‘Panamá Avanza’ señala que es inconstitucional pretender que sólo el Tribunal Electoral puede levantarle la inmunidad a sus magistrados. Otra interpretación de la Constitución Política plantea que la potestad para juzgar a los magistrados del Tribunal Electoral es de la CSJ.
Si la CSJ acoge la demanda y falla a favor de los demandantes, abre la puerta para que el magistrado Pinilla pierda su fuero y, además, sea separado de su cargo. En un caso como éste, la composición del Tribunal Electoral cambiaría radicalmente faltando menos de un mes para las elecciones generales del 4 de mayo.
El presidente Ricardo Martinelli lograría un objetivo político que se le escapaba: Contar con una mayoría de magistrados en el Tribunal Electoral. Esta eventualidad le aseguraría el triunfo electoral del candidato del Partido Cambio Democrático, José Domingo Arias, escogido por el mismo presidente Martinelli.
Aún más importante, le permitiría al primer magistrado de la República demandar con éxito los triunfos de los diputados de la oposición que resulten electos el 4 de mayo. El antecedente de 1968 está muy presente. Hace casi 50 años, el presidente electo Arnulfo Arias presentó demandas exitosas ante el Tribunal Electoral contra la mayoría de los diputados liberales que resultaron ganadores en las elecciones ese año. Cuando Arnulfo Arias asumió la Presidencia en octubre, su partido ya contaba con una cómoda mayoría en la Asamblea de Diputados.
La demanda de inconstitucionalidad que reposa en la CSJ es técnicamente un golpe de Estado. Es la “crónica de un golpe de Estado anunciado”. Como todo golpe de Estado, la intención del mismo es inaugurar un nuevo régimen que reemplace el anterior. Entre 1989 y 2014, ha regido en Panamá un sistema de dominación política de los partidos políticos conservadores / neo-liberales que se alternaban cada cinco años en el poder. El nuevo régimen político eliminará el papel de los partidos políticos y la alternabilidad en el poder. A partir de 2014 los partidos políticos serían reemplazados por la figura del ‘líder’. A su vez, no habría necesidad de renovar al líder y se pone fin a la alternabilidad.
¿Por qué ocurren estos cambios? Una de las razones, la más sencilla, es que el modelo de la llamada alternabilidad se agotó. No responde a los poderosos intereses de los sectores que compiten por el poder político. Si queda algún rastro que los identifica con los actores de 1990, la correlación de fuerzas ha cambiado.
El nuevo modelo de acumulación capitalista que representa la figura de Martinelli privilegia el despojo de amplios sectores de la población panameña, tanto de los sectores empobrecidos como de las capas medias de la sociedad. Los recursos que tiene este modelo a su disposición es la creciente acumulación de riquezas que representa el Canal de Panamá y su ampliación (que derrama beneficios sobre los sectores especulativos y de servicios).
El proyecto de Martinelli, además, pretende concentrar aún más las riquezas del país en cada vez menos manos. Los empresarios más grandes del país, dueños de la banca, aseguradoras, inmobiliarias, medios de comunicación, de transporte y del comercio exterior están bajo una presión constante para ceder parte de sus negocios al grupo de Martinelli. Lo lamentable para el país es que ambos grupos no presentan alternativas productivas (empleo) o nuevas áreas de acumulación capitalista. La estrategia basada en el despojo no sólo arruina a los capitalistas a corto plazo, también empobrece a los sectores mayoritarios de la población.
La política del despojo de Martinelli representa el fin de un régimen basado en la ‘hegemonía’ de una oligarquía insaciable (aliada a los intereses de EEUU), que desde la oposición tradicional ha demostrado su incapacidad para mantener en alto su proyecto neo-liberal.
‘Panamá Avanza’, aparentemente un brazo político de la campaña de Cambio Democrático que dirige el presidente Martinelli, es la vanguardia de un destacamento que sienta las bases para el golpe de Estado y un cambio de régimen.
3 de abril de 2014.