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Desde 2008 abrimos anualmente un blog para ofrecerles mis artículos que aparecen en los medios de comunicación. Pueden abrir los otros blogs para leer artículos escritos en esos años. Son trabajos de aproximadamente 850 palabras cada uno.

La mayoría de los artículos que aparecen en los blogs se refieren a la coyuntura panameña. Sin embargo, se colocan en el contexto de lo que está ocurriendo a escala global y regional. Muchos artículos se refieren también a los problemas internacionales, tanto los relacionados con la crisis del capitalismo global como los ajustes geopolíticos que se experimentan en América latina.

jueves, 30 de octubre de 2014

Hay que organizarse para prevenir el ébola




En EEUU hay sectores vinculados a los grandes intereses económicos que han tomado como bandera la lucha contra el ébola, enfermedad que ha afectado, en menos de dos meses, a diez mil personas en el occidente de Africa. Hay quienes dicen que la epidemia ha cobrado 5 mil vidas.
Las instrucciones que ha dado el gobierno federal de EEUU para evitar la propagación del ébola  en ese país, están siendo cuestionadas por varios Estados. Washington está presionando a los gobernadores de Nueva York y Nueva Jersey para que modifiquen las normas de cuarentena que han creado para trabajadores de la salud que regresan de África occidental. Quienes regresan de Africa con riesgo de haber estado expuestos al ébola son puestos en ‘cuarentena’ por 21 días. La Casa Blanca está presionando al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, y al de Nueva York, Andrew Cuomo, señalando que esa política desalentaría a los trabajadores que quieran sumarse a la lucha contra el ébola. El gobernador Cuomo anunció una leve modificación de las restricciones, al afirmar que los trabajadores podían pasar la ‘cuarentena’ en sus hogares.
La enfermera Kaci Hickox fue la primera trabajadora de la salud aislada de acuerdo a dicha norma a su regreso a Nueva Jersey proveniente de Sierra Leona. Hickox fue aislada en una carpa dentro del hospital de Newark, a pesar de que la prueba de ébola diera negativo. Hickox amenazó con cuestionar los 21 días de ‘cuarentena’ ante la justicia, al afirmar que la orden viola sus derechos constitucionales.
Mientras que en EEUU los trabajadores de la salud que se presentan con sus conocimientos donde los necesiten son tratados casi como criminales, en el caso de Cuba organizó una primera brigada (102 médicos y 63 enfermeras) que lucha contra el ébola en Africa. En la isla estos trabajadores de la salud son considerados héroes.
La diferencia parece descansar sobre una pieza fundamental en la forma en que trabajan los pueblos y los gobiernos de cada país. En EEUU el gobernante está al servicio de los negocios. El problema de la gente es un asunto de cada uno. En cambio, en Cuba, el gobernante está al servicio de la gente. El problema que tiene cada habitante es un asunto que le concierne directamente al gobierno.
Las Naciones Unidas, los gobiernos de todo el mundo e, incluso, EEUU han reconocido la labor de los cubanos en las costas occidentales de Africa. Todo indica que el brote aún no se encuentra bajo control y el trabajo que están haciendo los trabajadores de la salud de Sierra Leona, Liberia y Guinea con el apoyo de los cubanos tomará mucho tiempo antes de erradicar la enfermedad.
En un comunicado reciente el gobierno panameño informó que está preparando a un equipo humano para enfrentar cualquier amenaza del ébola en el país. También señaló que ha habilitado el hospital del barrio de la 24 de diciembre (cerca del aeropuerto internacional de Tocumen) como centro especializado para atender cualquier caso de ébola que pudiese declararse en el país.
Hay indicios que las autoridades de Panamá están coordinando con especialistas norteamericanos. Igualmente, tendrían que trabajar de manera estrecha con los países vecinos. En los últimos años, Panamá se ha convertido en un corredor para muchos ciudadanos africanos que transitan por el istmo en dirección a EEUU en busca de empleo. El Censo de Población de 2010 arrojó la presencia de casi 3 mil residentes africanos en Panamá. De estos, sólo 37 eran de los países que están luchando contra la epidemia del ébola.
También hay indicios de que no se le proporciona información a la población panameña. Los medios tienden a asustar a la gente, sin explicar que debe hacer cada familia para protegerse. El Ministerio de Salud ignora que hay casi 4 millones de panameños que están dispuestos a organizarse para prevenir cualquier brote del ébola en Panamá. Pareciera que para las autoridades de Salud, la población son estadísticas, bultos, objetos que existen, pero que no piensa. Las epidemias ignoran si las víctimas son ricas o pobres, si son trabajadores o empresarios. Sólo se detiene ante un país organizado.
El gobierno nacional y el Ministerio de Salud debe tener en cada comunidad una organización local – un Comité de Salud - que eduque y movilice a las familias, iglesias, escuelas y comercios para evitar que panameño alguno sea afectado por el ébola.
 30 de octubre de 2014.

viernes, 24 de octubre de 2014



El eje Pekín – Berlín del futuro

En el horizonte se perfila un nuevo eje hegemónico global en el desarrollo del sistema capitalista que se construye entre Pekín y Berlín, pasando por Moscú. Esta triple alianza uniría la gran masa euro-asiática en un solo sistema capitalista mundial. Reemplazaría o competería con el pacto nor-atlántico que ha sido hegemónico por más de 250 años. La pregunta es en el caso de la consolidación de esta propuesta, ¿cuál será el papel de América latina? ¿Seguiremos siendo una región marginal y exportadora de recursos naturales agro-mineros?

Las crisis periódicas del capitalismo tienden a acelerar los cambios en los procesos de acumulación y, al mismo tiempo, en la correlación de fuerzas políticas. En el caso de la ‘gran recesión’ de 2008-2010 - cuyos efectos aún se sienten – los indicadores económicos y sociales de los países capitalistas más avanzados se estancaron. Al mismo tiempo, en otros países – sobre todo China – las tasas de crecimiento sufrieron pequeños ajustes para continuar avanzando.
El problema que presenta China ya no sólo es ideológico (socialismo) o político (expansión de influencias), es más que todo económico. Pekín está construyendo un nuevo eje que pretende convertir en su aliado estratégico a Berlín, capital industrial europea. El eje incluiría el resto de Europa. El factor más importante que impedía que esta alianza se convirtiera en realidad era Rusia. Este país relativamente subdesarrollado, como potencia capitalista, tiene enormes reservas que son de importancia estratégica tanto para China como Alemania.
EEUU ha desbloqueado la realización del eje Pekín-Berlín, pasando por Moscú, con su política de contención de China que pretende someter a Rusia convirtiéndolo en un estado satélite de la OTAN o dividirlo en varios países que competerían con los ‘stan’ asiáticos y Bielorrusia. Entre los planes privilegiados de China se encuentra la llamada Ruta de la Seda. Es la culminación de la estratégica relación entre Oriente y Occidente soñado por los imperios mediterráneos hace uno y dos milenios. Proyecto que en aquel entonces fue rechazado por Pekín, ahora le toca a los actuales ocupantes de la Ciudad Prohibida presentar la versión moderna. La ‘ruta’, en sus cuatro variantes, pasaría por Asia Central, por India y el Medio Oriente, por el Océano Indico y Africa, uniendo a China con Europa.
China se ha convertido en el principal socio comercial y estratégico de los países de Asia Central, antes miembros de la Unión Soviética. Considera a la India su socio natural. El presidente Yi declaró que ‘China es el motor productivo del mundo y la India es el administrador de ese mundo’. Actualmente, es el principal consumidor del petróleo que sale de las entrañas de los países del medio oriente. En Africa se ha convertido en el país con más inversiones directas.
Para contrarrestar la evidente ofensiva económica de China, EEUU sólo puede responder con fuerza militar. Controla militarmente a los yacimientos petroleros de medio oriente, ha movilizado a la OTAN para ocupar Europa central y agita su bandera guerrera en el oriente europeo. En el Mar de China, Washington provoca situaciones en forma cotidiana que crean tensión entre Pekín y sus países vecinos. El Tratado del Pacífico pretende frenar la expansión económica de China en el lejano oriente, desde Japón hasta Singapur, pasando por Vietnam e, incluso, Australia.
La economía capitalista norteamericana ya no puede costear los altos niveles salariales de su clase obrera. Por esa razón continúa ‘externalizando’ su base productiva. La clase obrera norteamericana se está convirtiendo en lo que Marx llamó un subproleteriado cuya característica principal es su informalidad. Por el otro, las materias primas tienden a ser cada vez más escasas y como consecuencia más caras. Por último, el método mediante el cual EEUU logra mantener su hegemonía sobre las diferentes clases sociales – la democracia – se está convirtiendo en un ejercicio cada vez más costoso y menos eficaz.
La economía capitalista de China sigue creciendo. Quiere asegurar el salto cualitativo de sus territorios en la frontera occidental. También está decidida en convertir a Asia Central y Siberia en proveedores para su industria. Tiene inversiones en Africa. Su gran anhelo a mediano plazo es la alianza estratégica con Alemania. Crearía un escudo que los aliados de nor-Atlántico no podrían desestabilizar. Obviamente, podría cambiar todos estos proyectos geopolíticos si en los próximos 20 años logra establecer un pacto de amistad y desarrollo con EEUU. Por ahora, este objetivo no esta en los planes de Washington.
23 de octubre de 2014.

jueves, 16 de octubre de 2014

Los valores y el santo padre que vive en Roma




Recibí un artículo de una revista argentina anunciando la Asamblea mundial de obispos que se inició en el Vaticano hace casi dos semanas. El cónclave de la Iglesia católica lo convocó el papa desde Roma (Italia). El debate gira en torno a los valores que defiende la estructura eclesiástica. Estas reflejan la actual realidad en crisis (en proceso de cambios) de la Iglesia. El enfrentamiento entre los cuadros dirigentes del cristianismo no deja de ser interesante. Más aún, si se tiene en cuenta el debate que se desarrolla en Panamá en torno a un proyecto de Ley que se refiere a los mismos puntos que aparecen en la agenda papal.
En nuestro caso, el debate desatado por el proyecto de Ley no tocó los temas de fondo que le podrían haber dado sentido: ¿Qué sociedad queremos? ¿Qué valores son los que se relacionan con esa sociedad que queremos? ¿Cómo fortalecer las instituciones que enmarcan esos valores? ¿Cuál es la situación de la familia panameña? (¿Es la institución que conserva los valores tradicionales?) ¿Pueden sobrevivir los valores asociadas a la sociedad que queremos en un país devorado por un sistema subordinado a una economía salvaje? Todos reconocen que el sistema privilegia a una clase social que arrasa con todo lo que obstaculiza su sed por acumular más riqueza.
La cuestión sobre la educación sexual no se reduce a las partes corporales. Son los valores que asociamos a nuestra sexualidad que debemos trasmitir a todos los miembros de la sociedad, incluso a quienes aún no son responsables (menores de edad). En este proceso hay que respetar las costumbres y tradiciones de los distintos grupos sociales, etnias e, incluso, nacionalidades.
Nadie debe arrogarse el derecho de imponerle a otros sus creencias o puntos de vista. Los padres, por ejemplo, tienen la responsabilidad de introducir a sus hijos en la vida social. Tarea compleja y difícil. La sociedad reconoce a los padres algunos derechos básicos como son el darles sus nombres, socializarlos en sus costumbres. A la vez, prohíbe que los padres maltraten física o psicologicamente a sus hijos. Igualmente, en el caso de Panamá, les prohíbe que no eduquen formalmente a sus hijos hasta cierta edad.
Estos derechos y deberes sociales son cambiantes y no provienen de alguna fuerza suprema. Las transformaciones son sin duda el resultado de nuestras relaciones sociales. Pero la mayoría de la gente - no importa de que clase social - ignora que las decisiones que toman hoy tienen repercusiones muy serías en el futuro... cercano.
Cuando las decisiones que tomaron nuestros gobernantes, a mediados del siglo XX, desintegraron a la familia campesina no prepararon el terreno para la nueva familia que apareció en su lugar en las ciudades. Nos damos el lujo de exigir un panameño preparado para afrontar nuevos retos profesionales o técnicos. Pero no creamos las instituciones educativas para lograr ese objetivo. Al contrario, destruimos el sistema educativo y convertimos al educador en un  apéndice de una entidad burocrática disfuncional (el Ministerio de Educación).
Subvencionamos a los ricos (5 mil millones de dólares anuales del presupuesto nacional que se está aprobando en estos días) para sostener una estructura social desigual e injusta. Al mismo tiempo, subvencionamos a los más pobres (400 millones de dólares) para mantener una 'masa' de trabajadores informales, dispuestos a realizar cualquier trabajo. No nos damos cuenta, en el proceso, que estamos sembrando las semillas para que el crimen organizado se apodere de nuestros adolescentes y comunidades. Los gobernantes siguen promoviendo las mismas leyes, la 'clase media' grita que es necesario subir las penas de cárcel y los pobres siguen por su Calvario.
El papa en Roma tiene la información y las estadísticas para sacar las conclusiones necesarias. ¿Estarán los obispos a la altura? La situación en Panamá es muy parecida a la del resto del mundo. ¿Los obispos panameños jugarán algún papel en el cónclave vaticano?
¿Se asesoraron los obispos? La misma pregunta podemos hacerla a los diputados que presentan proyectos de Ley con poco conocimiento sobre los problemas. El todopoderoso Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) cita a las entidades que deben justificar sus presupuestos sin programa ni plan de desarrollo nacional. Al final, la improvisación de los gobiernos convierte el país en una caricatura.
¿Será que tienen otros objetivos, otras metas más relacionadas con sus cuentas bancarias? Veamos cómo le va al santo padre que vive en Roma.

16 de octubre de 2014.

jueves, 9 de octubre de 2014

José Renán Esquivel




Hay un nombre que sobresale en la historia de la salud en Panamá del siglo XX. Se trata de José Renán Esquivel. Pediatra consagrado, humanista y, sobre todo, ambientalista. Reconoció la relación íntima entre la especie humana y la naturaleza. Entendió que el progreso de la ciencia biológica no era suficiente para garantizar la salud de la población. El secreto que encierra la salud pública está en la relación entre el ‘progreso’ de la ciencia (natural y social) y la organización de las comunidades, las sociedades y las naciones.
La Asamblea de Diputados acaba de aprobar una ley que le da el nombre de José Renán Esquivel al Hospital del Niño. Es un honor que se merece tan noble institución creada hace más de 60 años. Esquivel se encargó de su dirección a finales de la década de 1950 y comenzó una carrera que revolucionó la salud panameña. Su lema fue “Salud igual para todos”. Lo esencial de la propuesta de Esquivel es que sólo la organización de la gente puede garantizar la producción de la salud. La salud no es magia y, mucho menos, una pastilla. La salud son las comunidades organizadas para adquirir los conocimientos que les permite elevar su calidad de vida y enfrentar con éxito todas las amenazas a su bienestar.
El doctor Esquivel llegó al gabinete del general Omar Torrijos en 1969. Inmediatamente se dio la tarea de crear y organizar el Ministerio de Salud. Era otro Ministerio muy distinto a los que existían en otros países. La entidad gubernamental que organizó Esquivel le interesaba tener la mejor infraestructura, los médicos y para-médicos de excelencia y la medicina de punta. Pero, sobre todo, reconoció que la salud no estaba en un hospital, estaba en cada hogar panameño. También señaló que la comunidad organizada era el contexto que necesitaba el equipo médico para realizar su mejor trabajo. A su vez, la medicina es inútil si no existe una sociedad productiva.
Como consecuencia envió a todos los equipos médicos a trabajar en las comunidades: En el campo y en las ciudades. Lo novedoso de la nueva metodología no era sólo que todos se iban a ‘empapar’ de pueblo. La misión del Ministerio de Salud, de un extremo al otro del país, era empoderar a las comunidades. El conocimiento no podía quedar encerrado en el hospital o en un laboratorio. Tenía que ser traspasado a las comunidades organizadas. ¿Cuál era el problema de salud de los panameños en 1970? El hambre, la desnutrición, las enfermedades gastro-intestinales y respiratorias.
Todo el equipo de salud se puso a trabajar en las comunidades para pasarle a su gente organizada el conocimiento para combatir el hambre y sus ‘daños colaterales’. Había que producir alimentos, había que beber agua potable, había que respirar aire puro. La comunidad necesitaba una herramienta para que su organización fuera reconocida. Esquivel creó los Comités de Salud. Pero no como una instancia para recoger dinero en la clínica. Esquivel convirtió el Comité de Salud en el arma comunitaria para producir salud. El Comité de Salud tenía que producir alimentos, construir acueductos rurales, viviendas y, sobre todo, una organización que revolucionara el estilo de vida de cada comunidad.
En la actualidad, hay sociólogos que hablan de ‘investigación participativa’ para empoderar a las comunidades. Se quedan cortos, sin embargo, al concebir el poder de las comunidades reducido al consumo. Para Esquivel, la comunidad tenía que tener la capacidad para tomar sus propias decisiones, elevar sus intereses al más alto nivel político. Este proceso implicaba una lucha permanente contra todos los obstáculos que enfrentaba la gente y sus organizaciones.
Las nociones de organización, producción y poder que promovía Esquivel desde el Ministerio de Salud lo convirtieron en anatema de todos los intereses que veían al pueblo como el enemigo. En 1973, apenas tres años después de crear el Ministerio de Salud, Esquivel se separó del cargo. Las comunidades ya habían entendido que sólo mediante la organización podían producir salud y comenzar a construir el país que anhelaban.
Desde entonces los intereses egoístas han tratado de borrar las enseñanzas de Esquivel, comenzando por el lema de ‘Salud  igual para todos’. Pero no han podido eliminar la relación íntima entre organización y salud, producción y salud, así como de poder y salud. El legado del doctor Esquivel sigue vigente y el pueblo panameño lo volverá a levantar en el siglo XXI. 
9 de octubre de 2014.

jueves, 2 de octubre de 2014

Luis Chen González: Contralor



¿Por qué Luis Chen González es el mejor candidato para ser contralor general de la República? Hay varias razones. Veamos las más importantes: Es la persona mejor preparada para el cargo. Además, su trayectoria es limpia y de probada honestidad. En tercer lugar, es un hombre público con una vocación política puesta al servicio del país. Su integridad lo ha convertido en una persona abierta al diálogo con todos los sectores, sin claudicar sus principios. Ha demostrado a lo largo de su vida que trabaja mejor formando parte de equipos con responsabilidades bien definidas.
La candidatura de Chen no responde a componendas, alianzas accidentales y menos a las triquiñuelas de los políticos que tienen objetivos ajenos a los intereses del país. Cuando su nombre fue mencionado de una vez se prendió en las redes virtuales. La gran mayoría de quienes simpatizan con su postura no lo conocen personalmente pero saben que está comprometido con los mejores valores de la sociedad panameña.
Chen tiene preferencias políticas. Se compromete con los movimientos que considera honestos y al servicio del futuro de la nación. En la década de 1980 fue un joven dirigente del PAPO, liderado por Carlos Iván Zúñiga. En la década de 1990 fundó el Frente Panamá Soberana (FPS) junto con Humberto Ricord y otros. El FPS contribuyó a detener la iniciativa de crear en la antigua Zona del Canal el infame Centro Multilateral Antidrogas (CMA). Posteriormente, Chen trabajó con la candidatura independiente a la Presidencia de la República de Juan Jované. En su trayectoria política siempre demostró su capacidad para criticar duramente lo que consideraba incorrecto o equivocado.
La corrupción en Panamá pareciera un mal endémico. Desde el paseo de Amador Guerrero (primer presidente de la República) a Europa a expensas del erario público en 1906, pasando por todos los gobiernos, hasta el más reciente que vio al presidente Ricardo Martinelli gastar miles de millones de dólares sin control alguno.
Todo indica que el sistema está hecho para beneficiar a los sectores más ricos. Durante muchos gobiernos del pasado, los ricos se ponían límites y montaban un sistema de controles. En los últimos lustros, los políticos han desmontado bloque tras bloque para acabar con los impedimentos que evitaba, en parte, el asalto al erario. Los subsidios a los empresarios suman varios miles de millones al año. Los ricos pagan menos impuestos que los trabajadores. Además, el impuesto al consumo golpea a los pobres mientras que acaricia a los ricos.
Las leyes están hechas para beneficiar a los ricos. En años más recientes la situación se ha puesto aún más difícil. Los operativos ilegales de asalto al tesoro nacional se hacen a la luz pública. Muchos de los robos al erario se publican con detalles en los medios de comunicación. El Ministerio Público no actúa. La Asamblea de Diputados se entretiene atendiendo misiones de las islas Malvinas. Quizás el peor ejemplo lo ha dado la Contraloría General de la República. En el último quinquenio se auto limitó a la fiscalización de los gastos públicos ex post facto. (Después de los hechos). El control previo desapareció y los gobernantes dieron rienda suelta a sus proyectos que ‘llovían de corrupción’. Los sobre costos, las adendas y toda clase de irregularidades se convirtieron en la norma.
En la actualidad, el país exige un alto a los atropellos (del gobierno y de la oposición). El partido del ex presidente Martinelli quiere un candidato para la contraloría del PRD que lo proteja. El PRD quiere ‘atornillar’ a su candidato para obtener más prebendas. El Partido del gobernante propone a un amigo que también es del PRD. Si ese triángulo nefasto se sostiene, no salimos del círculo dantesco en que se encuentran los fondos de todos los panameños.
La elección de Chen a la Contraloría le daría un golpe certero a la corrupción y al saqueo de los tesoros nacionales. Sólo se puede pensar en Chen como contralor si las contradicciones entre las fracciones de los sectores dominantes se agudizan. Si la dirección actual del PRD se da cuenta que no está en sus mejores intereses (no piensan en el país) pactar con Martinelli.  El ex mandatario no sólo quiere hundir al gobierno, quiere eliminar al PRD como opción electoral en 2019. Si el presidente de la República recapacita y recuerda que los panameños somos muchos más que sus antiguos compañeros del Colegio Javier.
2 de octubre de 2014.