Centroamérica
se encuentra en un período de aparente paz interna. La insurrección armada ha
sido sustituida por la lucha partidista. Los partidos ‘frentistas’ del siglo XX
están en el poder en dos países. A pesar de ello, no ha disminuido la violencia
producto de la pobreza y la desigualdad. A su vez, la presencia militar de EEUU
se siente en todo el Istmo. Hay indicios que las viejas oligarquías han
aprendido a negociar con las clases subalternas.
En este marco,
la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI), en David, será anfitrión del XIV
Congreso Centroamericano de Sociología. El evento se inaugurará el próximo
lunes, 22 de septiembre, y sus debates se extenderán durante toda la semana. Un
total de 160 ponencias serán objeto de discusión en cerca de 50 mesas. Los
temas girarán en torno a las cuestiones más sensibles. La cuestión que define
la guerra y la paz, la pobreza y la desigualdad, la cuestión indígena y la
creciente presencia de la mujer en todos los aspectos de la vida política de la
región.
El comité organizador propuso como tema
central del Congreso “Los
desafíos de la sociología en Centroamérica”. El presidente del comité, el
doctor Mario L. Pitty, señaló que “Centro América, igual que otras regiones del continente, continúa
sumergida en situaciones históricas que les impide salir de las condiciones de
pobreza y de subdesarrollo. En las últimas décadas se han presentado nuevos
acontecimientos que tienden a perpetuar las condiciones de pobreza de un
porcentaje considerable de la población centroamericana.
“Ante esta situación es necesario que los
sociólogos vuelvan a reunirse con el propósito de reflexionar, discutir y de
proponer alternativas que contribuyan a la solución de los problemas sociales
en la región”.
La convocatoria conjunta de la Asociación Centroamericana de
Sociología (ACAS), la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI) y el
Departamento de Sociología de la UNACHI, ha tenido un éxito que supera las
expectativas. Unos 400 delegados de Panamá, Centroamérica y otras regiones se
reunirán en David, capital de la provincia de Chiriquí.
En el Congreso el suscrito
presentará dos ponencias. Una que lleva como título ‘Las drogas ilícitas y los
negocios’, que propone como solución al flagelo cortar en su raíz la relación
entre el narcotráfico controlado por el crimen organizado y los grandes centros
financieros a escala global.
La otra ponencia, se referirá a lo que algunos llaman la
‘tercer guerra mundial fragmentada’ que ha puesto el mundo nuevamente sobre un
precipicio que anuncia la destrucción del mundo tal como lo conocemos. Mientras
que en Ucrania, EEUU intenta encerrar y someter a Rusia, el Estado de Israel
continúa su guerra contra los palestinos y no muy lejos el nuevo Estado
islamita avanza con financiamiento saudita y armas norteamericanas.
En el último lustro las diferentes ideas en torno a la
constitución de un mundo multipolar se esfumaron. La única posibilidad de que
surja un polo capaz de enfrentar a la hegemonía norteamericana se presenta en
la emergencia de China como potencia económica. EEUU es consciente de esa
perspectiva que se agiganta con cada año que pasa.
Frente a Rusia, EEUU tiene la alternativa de tratar de
destruir la federación (la tesis de Brzizinski) o de sumarla como aliada en un
frente contra China (Kissinger). China tiene como opciones, absorber la
debilitada economía de EEUU en un BRICS ampliado o enfrentar un escenario de
guerra inaceptable para una potencia en ascenso.
Los especialistas militares norteamericanos han girado su
política bélica hacia el Pacífico para rodear a China con un cerco económico.
La amenaza más importante percibida por EEUU es una alianza entre China y la
Federación Rusa. Es en torno a este eje que podrían sumarse otros países como
los BRICS, partes de América latina e, incluso, Europa.
EEUU aún tiene una clara ventaja militar. Es económicamente
el país más poderoso y tiene una capacidad ideológica superior a cualquier otro
país del mundo. La crisis de hegemonía es una tendencia que puede continuar
como puede ser frenada. Un ‘polo’ centrado en el eje chino-ruso puede competir
con Washington en el campo económico y cultural. El problema es el militar.
EEUU tiene la última carta en la mano: la guerra.
El XIV Congreso de ACAS promete que los debates llevarán a
los ponentes a tratar los problemas más álgidos tanto a escala global como
regional.
18
de septiembre de 2014.
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