En EEUU hay sectores vinculados a los
grandes intereses económicos que han tomado como bandera la lucha contra el
ébola, enfermedad que ha afectado, en menos de dos meses, a diez mil personas
en el occidente de Africa. Hay quienes dicen que la epidemia ha cobrado 5 mil
vidas.
Las instrucciones que ha dado el
gobierno federal de EEUU para evitar la propagación del ébola en ese país, están siendo cuestionadas por
varios Estados. Washington está presionando a los gobernadores de Nueva York y
Nueva Jersey para que modifiquen las normas de cuarentena que han creado para
trabajadores de la salud que regresan de África occidental. Quienes regresan de
Africa con riesgo de haber estado expuestos al ébola son puestos en
‘cuarentena’ por 21 días. La Casa Blanca está presionando al gobernador de
Nueva Jersey, Chris Christie, y al de Nueva York, Andrew Cuomo, señalando que
esa política desalentaría a los trabajadores que quieran sumarse a la lucha
contra el ébola. El gobernador Cuomo anunció una leve modificación de las
restricciones, al afirmar que los trabajadores podían pasar la ‘cuarentena’ en
sus hogares.
La enfermera Kaci Hickox fue la
primera trabajadora de la salud aislada de acuerdo a dicha norma a su regreso a
Nueva Jersey proveniente de Sierra Leona. Hickox fue aislada en una carpa
dentro del hospital de Newark, a pesar de que la prueba de ébola diera negativo.
Hickox amenazó con cuestionar los 21 días de ‘cuarentena’ ante la justicia, al
afirmar que la orden viola sus derechos constitucionales.
Mientras que en EEUU los trabajadores
de la salud que se presentan con sus conocimientos donde los necesiten son tratados
casi como criminales, en el caso de Cuba organizó una primera brigada (102
médicos y 63 enfermeras) que lucha contra el ébola en Africa. En la isla estos
trabajadores de la salud son considerados héroes.
La diferencia parece descansar sobre
una pieza fundamental en la forma en que trabajan los pueblos y los gobiernos
de cada país. En EEUU el gobernante está al servicio de los negocios. El
problema de la gente es un asunto de cada uno. En cambio, en Cuba, el
gobernante está al servicio de la gente. El problema que tiene cada habitante
es un asunto que le concierne directamente al gobierno.
Las Naciones Unidas, los gobiernos de
todo el mundo e, incluso, EEUU han reconocido la labor de los cubanos en las
costas occidentales de Africa. Todo indica que el brote aún no se encuentra
bajo control y el trabajo que están haciendo los trabajadores de la salud de
Sierra Leona, Liberia y Guinea con el apoyo de los cubanos tomará mucho tiempo
antes de erradicar la enfermedad.
En un comunicado reciente el gobierno panameño
informó que está preparando a un equipo humano para enfrentar cualquier amenaza
del ébola en el país. También señaló que ha habilitado el hospital del barrio
de la 24 de diciembre (cerca del aeropuerto internacional de Tocumen) como
centro especializado para atender cualquier caso de ébola que pudiese
declararse en el país.
Hay indicios que las autoridades de
Panamá están coordinando con especialistas norteamericanos. Igualmente,
tendrían que trabajar de manera estrecha con los países vecinos. En los últimos
años, Panamá se ha convertido en un corredor para muchos ciudadanos africanos
que transitan por el istmo en dirección a EEUU en busca de empleo. El Censo de
Población de 2010 arrojó la presencia de casi 3 mil residentes africanos en
Panamá. De estos, sólo 37 eran de los países que están luchando contra la
epidemia del ébola.
También hay indicios de que no se le
proporciona información a la población panameña. Los medios tienden a asustar a
la gente, sin explicar que debe hacer cada familia para protegerse. El
Ministerio de Salud ignora que hay casi 4 millones de panameños que están
dispuestos a organizarse para prevenir cualquier brote del ébola en Panamá.
Pareciera que para las autoridades de Salud, la población son estadísticas,
bultos, objetos que existen, pero que no piensa. Las epidemias ignoran si las
víctimas son ricas o pobres, si son trabajadores o empresarios. Sólo se detiene
ante un país organizado.
El gobierno nacional y el Ministerio
de Salud debe tener en cada comunidad una organización local – un Comité de
Salud - que eduque y movilice a las familias, iglesias, escuelas y comercios
para evitar que panameño alguno sea afectado por el ébola.
30 de octubre de 2014.
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