¿Por qué Luis Chen González es el mejor candidato para ser
contralor general de la República? Hay varias razones. Veamos las más
importantes: Es la persona mejor preparada para el cargo. Además, su
trayectoria es limpia y de probada honestidad. En tercer lugar, es un hombre
público con una vocación política puesta al servicio del país. Su integridad lo
ha convertido en una persona abierta al diálogo con todos los sectores, sin
claudicar sus principios. Ha demostrado a lo largo de su vida que trabaja mejor
formando parte de equipos con responsabilidades bien definidas.
La candidatura de Chen no responde a componendas, alianzas
accidentales y menos a las triquiñuelas de los políticos que tienen objetivos
ajenos a los intereses del país. Cuando su nombre fue mencionado de una vez se
prendió en las redes virtuales. La gran mayoría de quienes simpatizan con su
postura no lo conocen personalmente pero saben que está comprometido con los
mejores valores de la sociedad panameña.
Chen tiene preferencias políticas. Se compromete con los
movimientos que considera honestos y al servicio del futuro de la nación. En la
década de 1980 fue un joven dirigente del PAPO, liderado por Carlos Iván
Zúñiga. En la década de 1990 fundó el Frente Panamá Soberana (FPS) junto con
Humberto Ricord y otros. El FPS contribuyó a detener la iniciativa de crear en
la antigua Zona del Canal el infame Centro Multilateral Antidrogas (CMA).
Posteriormente, Chen trabajó con la candidatura independiente a la Presidencia
de la República de Juan Jované. En su trayectoria política siempre demostró su
capacidad para criticar duramente lo que consideraba incorrecto o equivocado.
La corrupción en Panamá pareciera un mal endémico. Desde el
paseo de Amador Guerrero (primer presidente de la República) a Europa a
expensas del erario público en 1906, pasando por todos los gobiernos, hasta el
más reciente que vio al presidente Ricardo Martinelli gastar miles de millones
de dólares sin control alguno.
Todo indica que el sistema está hecho para beneficiar a los
sectores más ricos. Durante muchos gobiernos del pasado, los ricos se ponían
límites y montaban un sistema de controles. En los últimos lustros, los
políticos han desmontado bloque tras bloque para acabar con los impedimentos
que evitaba, en parte, el asalto al erario. Los subsidios a los empresarios
suman varios miles de millones al año. Los ricos pagan menos impuestos que los trabajadores.
Además, el impuesto al consumo golpea a los pobres mientras que acaricia a los
ricos.
Las leyes están hechas para beneficiar a los ricos. En años
más recientes la situación se ha puesto aún más difícil. Los operativos
ilegales de asalto al tesoro nacional se hacen a la luz pública. Muchos de los
robos al erario se publican con detalles en los medios de comunicación. El
Ministerio Público no actúa. La Asamblea de Diputados se entretiene atendiendo
misiones de las islas Malvinas. Quizás el peor ejemplo lo ha dado la
Contraloría General de la República. En el último quinquenio se auto limitó a
la fiscalización de los gastos públicos ex
post facto. (Después de los hechos). El control previo desapareció y los
gobernantes dieron rienda suelta a sus proyectos que ‘llovían de corrupción’.
Los sobre costos, las adendas y toda clase de irregularidades se convirtieron
en la norma.
En la actualidad, el país exige un alto a los atropellos
(del gobierno y de la oposición). El partido del ex presidente Martinelli
quiere un candidato para la contraloría del PRD que lo proteja. El PRD quiere
‘atornillar’ a su candidato para obtener más prebendas. El Partido del
gobernante propone a un amigo que también es del PRD. Si ese triángulo nefasto
se sostiene, no salimos del círculo dantesco en que se encuentran los fondos de
todos los panameños.
La elección de Chen a la Contraloría le daría un golpe
certero a la corrupción y al saqueo de los tesoros nacionales. Sólo se puede
pensar en Chen como contralor si las contradicciones entre las fracciones de
los sectores dominantes se agudizan. Si la dirección actual del PRD se da
cuenta que no está en sus mejores intereses (no piensan en el país) pactar con
Martinelli. El ex mandatario no sólo
quiere hundir al gobierno, quiere eliminar al PRD como opción electoral en
2019. Si el presidente de la República recapacita y recuerda que los panameños
somos muchos más que sus antiguos compañeros del Colegio Javier.
2 de octubre de 2014.
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